Durante el siglo XIX, pintar paisajes a óleo era un trabajo interminable. los bocetos preliminares se hacían rápidamente en el lugar pero el verdadero trabajo se completaba en el estudio de una manera mas o menos metódica. Más que trabajar sobre t,
A finales del siglo XIX, el impresionismo empezó a cambiar todo esto. La disponibilidad de óleos en tubos flexibles permitía que la obra se realizara al aire libre, lo que otorga al artista la posibilidad de responder ante los constantes cambios de luz y revisar continuamente todo el trabajo.
Una representación del paisaje meditada y formal se remplaza por reemplaza por una apreciación inmediata y emocional.
Aquí dejamos unos consejos para interpretar un paisaje del natural:
1- Si empiezas a pintar directamente sobre una tela blanca, puede que te resulte difícil juzgar el equilibrio del color hasta que haya avanzado bastante. Un modo de evitar esto es trabajar sobre un fondo teñido de un color neutro gris, ocre o tierras no demasiado oscuros
2- Dibuja la composición básica en soluciones liquidas con gran cantidad de aguarrás para acelerar el secado. No te preocupes de detalles, pero pon atención a las proporciones entre los elementos lejanos y el primer plano.
3- Aborda los elementos como arboles, montañas… con pinceladas imprecisas con el objetivo de describir su forma general en lugar de los detalles de hojas, ramas…
4- Trabaja los claros y oscuros sin olvidar las fuentes de luz cubra el paisaje con rapidez para dar al tema un aspecto vivo y libre
5- Aléjate del lienzo para evaluar el trabajo realizado. observa que los colores cálidos en el primer plano ayudan a crear mayor sensación de profundidad.
6- Cuando avanzamos nuestra obra la introducción de nuevos colores en el paisaje exigen una nueva valoración del cielo
7- Una de las maneras de conseguir sensación de profundidad es fundir la pintura en el ultimo plano utilizando la técnica de húmedo sobre húmedo y utilizar pinceladas definidas en el primer termino
8- Cuando trabajes al aire libre puedes atreverte con pinceladas marcadas y vigorosas pero puede no ser apropiado para expresar el movimiento de los cielos es una buena idea utilizar un trapo limpio o el dedo para suavizar las pinceladas y mezclar los colores de estas.
9- Cuando realizas los últimos toques ten en cuenta que no se busca el detalle. Aquí el objetivo no es tanto representar la naturaleza de la manera mas precisa posible si no plasmar el sentimiento de soledad, calma o alegría mientras observamos el paisaje.
10- Cuando nuestra pintura in situ está terminada y vuelva a verla en casa quizá crea que necesita mayor atención en algunas zonas. Una buena idea es aplicar una capa de barniz de retoque para que los colores vuelvan a tomar su valor original. Ten cuidado de no hacer demasiados retoques ya que se podría perder la vitalidad del trabajo al aire libre.