El arte del dibujo al pastel pertenece a las llamadas técnicas secas, ya que a diferencia de la pintura al óleo o la acuarela, no se utiliza ningún disolvente y se aplica directamente sobre la superficie de trabajo.
Aunque el pastel se relaciona con los degradados y el efecto esfumado del color, su uso puede ser variado y aveces especialmente adecuado para marcar el trazo y crear ciertos efectos. Uno de los primeros en comprobar los efectos texturados de esta técnica fue Edgar Degas, quien realizó verdaderas obras maestras en pastel, en las cuales aparecen colores intercalados y trazos muy marcados, mediante la aplicación de colores directos y la superposición de unos tonos sobre otros.
La variedad de tonos en pastel es mas amplia que en el resto de técnicas. Mientras en otros procedimientos estos tonos tienen que realizarse a mano, a base de añadir blanco, en pastel vienen ya fabricados.
El pastel es la técnica más adecuada para trabajar el trazo y la mancha. Ésta presenta un fondo sobre el cual pueden aplicarse los trazos. Cuando se mancha, suele ser sobre espacios grandes o medianos; la mancha determina el contorno de los elementos representados. La linea y el trazo, en cambio, determinan los detalles y las direcciones.
1- El pastel es, junto con el óleo, una de las técnicas más adecuadas para fundir y degradar tonos.
2- El proceso de difuminado al pastel se hace arrastrando el pigmento sobre la superficie del papel.
3- Para difuminar contornos, se funden los límites que establecen dos colores, de manera que la línea se une sin necesidad de mezclar tonos.
4- El fundido con los dedos es muy apropiado por que la grasa que desprende la piel ayuda a fijar el pigmento sobre el papel.
5- Los degradados se forman por frotación y fundido, mientras que los contrastes son más intensos cuando se obtiene con el color directo de la barra.