Los opuestos se atraen

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Siempre se ha dicho que los opuestos se atraen. En la pintura también. Los llamados colores complementarios son opuestos en el círculo cromático y, aunque chocan cuando están juntos, ofrecen al artista valiosas posibilidades de contraste. Se oponen, pero piden su cercanía. Como en la vida, lo más difícil será conseguir equilibrio.

Los colores complementarios son los que están opuestos en el círculo cromático y el complementario de un color primario siempre será uno secundario y viceversa. Las parejas principales de colores complementarios son:

Amarillo-violeta

Rojo-verde

Azul-naranja

Conocer y dominar el uso de los colores complementarios es muy importante porque con ello obtendremos hermosos contrastes y matices. Al colocar colores complementarios juntos ambos se intensifican, por lo que son idóneos para crear obras de colores exaltados y dinámicas.

Las opciones de contraste se multiplican con el uso de colores complementarios, pero pueden resultar muy chocantes a la vista. Por ello, os recomendamos que no uséis parejas de complementarios en su máxima saturación si no queréis un resultado de colores demasiado violento.

Para obtener contrastes más sutiles, es preferible usar los colores complementarios con grados de saturación inferior. De esta manera, conseguiremos más tonos y matices.

En este sentido, os recomendamos buscar cierto equilibrio entre el contraste de colores complementarios, algo que se puede conseguir con un valor semejante.

Por el contrario, evitad oscurecer los colores complementarios porque el contraste será mayor cuanto más claros y saturados sean.

Esperamos que con este breve repaso a las posibilidades que ofrecen al pintor los colores complementarios os animéis a trabajar el maravilloso mundo de los contrates. Ya sabéis que lo opuesto nos enriquece, pero siempre que encontremos el equilibrio.

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